Ahora que me acuerdo de los años de mi infancia, corriendo en las aceras del populoso barrio El Calvario de Xela, Guatemala.
Vienen a mi mente mis antiguos vecinos, los antiguos negocios de la cuadra, una farmacia, un taller de bicicletas, una panadería, cantina "licores el calvario" justo a la par de mi casa donde venía a tomar cutos don Renato, el dueño de la gran popular (un negocio de compra-venta de libros usados donde en los primeros años de pubertad nos sacaban de apuros aquellos libros que habían en casa), frente a mi casa un taller electromecánico, el típico parquesito de barrio testigo de las primeras caídas en bicicleta y las chamuscas futboleras, resulta que la calle donde queda casa donde viví los primeros años de vida se hace llamar "calle real del calvario" y por ahí hacen su último paso los muertos rumbo al cementerio.
Tantas anécdotas de wiro y tantos personajes que en su momento desfilaron por el barrio donde crecí, en esta oportunidá quiero contarles o más bien describirles a una señora muy apreciada estando en vida, les hablo de la dueña de la tienda del barrio, nunca supe su apellido y todo mundo la conocía como "doña Any" su tienda era "El dulce nombre".
Doña Any abría su tienda a las 8am, limpiaba su mostrador de madera apolillada, los vidrios cagados de mosca mostraban al público: cepillos de dientes, rollos de papel, rollos de teip, lapiceros bic y cristal, pelotas de plástico (las que costaban 10 len y que este servidor junto con yovani, el nieto de doña Any, y otros cuates de la cuadra jugabamos fut).
Arriba del mostrador: un armado de hierro forjado que sujetaba unos frascos de chicles, dulces, tapitas, biscochos, etc.Atrás del mostrador: una estantería de madera donde estaban las aguas al tiempo, cigarros, chocolates y las tiras de chucherias "diana""filers" "sabritas" y todo lo que a los que fuimos patojos nos encantaba hartar.
Todos los vecinos conocían a doña Any y la tienda era como el punto de reunión de la gente del barrio, mi abuela (qepd) era una de los personajes que les encantaba ir a platicar con doña Any con el pretexto de ir a comprar cosas para el almuerzo o la cena.
Arriba del mostrador: un armado de hierro forjado que sujetaba unos frascos de chicles, dulces, tapitas, biscochos, etc.Atrás del mostrador: una estantería de madera donde estaban las aguas al tiempo, cigarros, chocolates y las tiras de chucherias "diana""filers" "sabritas" y todo lo que a los que fuimos patojos nos encantaba hartar.
Todos los vecinos conocían a doña Any y la tienda era como el punto de reunión de la gente del barrio, mi abuela (qepd) era una de los personajes que les encantaba ir a platicar con doña Any con el pretexto de ir a comprar cosas para el almuerzo o la cena.
El repello de la pared de adobe de la tienda de doña Any se iba cayendo con el paso del tiempo, al igual que los rótulos de pepsi, alka selter.... al igual que la vida de doña Any, que se fue a vivir a la capital, este servidor la fue a despedir el día que se fue del barrio.
Meses despues que doña Any se fuera del barrio, mi abuelo (qepd) se enteró que el único hijo que doña Any tenía y con el que se había ido a vivir a la capitalla había internado en un asilo de ancianas acá mismo en Xela, la fui a ver y me reconoció aún.
Meses despues que doña Any se fuera del barrio, mi abuelo (qepd) se enteró que el único hijo que doña Any tenía y con el que se había ido a vivir a la capitalla había internado en un asilo de ancianas acá mismo en Xela, la fui a ver y me reconoció aún.
Nunca más volví a saber de ella, supongo murió como todos y todas, pero me queda el recuerdo de aquella anciana que con su afán de tener un negocioalegraba el barrio y rescató parte de mi infancia.
Así como doña Any, hubo mucha gente que ha hecho lo mismo y simplemente quedan en el olvido.