martes, 25 de septiembre de 2012
Manual para hacer una mega fiesta
El otro día me dió por filosofar sobre las fiestas en Guate y todas sus carencias, y no pude evitar referime a La Meca de las partys: Estados Unidos, sobre todo en las películas con la mara más popular de Beverly Hills.
Así que hoy les voy a contar todo lo que se necesita para montar la mejor de todas las fiestas, siempre siguiendo la filosofía de vida de Pela el Riel. Veamos:
Casa: Indispensable. Estoy hasta la chingada de fiestas en discotecas mugrientas en las que el reggeaton convierte a la gente en simples zombies ávidos de culos que perrear. Basta. La fiesta debe hacerse en la casa o apartamento de un cuate, siempre. Tiene que ser grande, sin nada de valor en su interior, sin vecinos culeys que chinguen con llamar a la policía y sin padres. ¿Fácil, no?
Proporción chavos – chavas: En las peliculas americanas como American Pie, por cada cuatío que hay en la fiesta se ven por lo menos a 12 cuatías. Esto es difícil de conseguir aquí, pero debes conseguir por lo menos que por cada chatío que venga a tu fiesta haya 5 chatías. Y que estén buenas. Y que enseñen las tetas, si se puede. ¿Como conseguirlo? Vas a Zara o a Pool and Beer, compra la tienda entera y regala ropa a toda chatía que venga a la fiesta, no hay más.
Vasos rojos: No tengo que añadir nada, o los vasos son rojos o no hay fiesta. Nadie tiene una explicación a esto, pero es así desde tiempos ancestrales y nosotros no lo vamos a cambiar, es más hay fotos de las fiestas de Nerón y Alejandro Magno donde hay vasos rojos.
Música: Como he dicho antes, nada de reggeaton, house y esas mierdas. Tiene que haber diferentes ambientes: uno con música electrónica, para que la gente se vaya animando (mejor si se contrata a Francis Dávila o a Tiesto); uno con las típicas canciones americanas de 50cents, Lady Gaga, Maroon 5, etc., muy recomendable cuando se está cerca del coma etílico; otro ambiente con pachanga buena, tipo ‘Soy el Jefe de Jefes’ de Los Tigres, para que la gente acabé de morirse con la música apropiada para ello. Añadir tipos de música a gusto del organizador de la fiesta.
Piscina: Siempre tiene que haber una piscina donde misteriosamente todas las cuatías buenas acaben sin blusa. Muy importante que haya balcones desde los que saltar a la piscina, sobretodo si en la fiesta hay algún gringo, que son muy aficionados al balconning.
Alcohol: En este apartado solo me queda citar a la "Trinca" en su canción "una novia pechugona": “Más vale que sobre que no que falte”.
La zona de ligue: En estas fiestas siempre se acaba ligando, pero como dice el dicho "que paguen cuarto" así que mejor se despida la pareja y vayan a un motel y luego que vuelvan si quieren. También está bien tener una zona donde hacer petting (prácticas sexuales sin penetración, no les voy a explicar todo). En esta zona de petting debe haber también el más maleado de tus cuates con un silbato, pendiente de que se cumplan las reglas y expulsar a las parejas que se pasen de la raya. Ya lo he dicho, ¡que paguen cuarto!
Ahora ya tenemos todos los elementos físicos para llevar a cabo la fiesta. Pero falta lo más importante: los personajes que se van a dejar la vida en esa fiesta. Hay algunos de ellos que son imprescindibles, y sin ellos no se puede dar inicio a la mega fiesta:
El gordo del barril: Cuando llegás ya está allí, cuando te vas sigue allí. Debe pesar por lo menos 300 libras, llevar una camisa hawaiana talla XXXXL y una gorra al revés. Su única función es beber decenas de litros de cerveza mientras todo el mundo le anima al grito de ‘¡a fondo, a fondo, a fondo!’. Se le permite gritar y destrozar de todo, asegura las mayores risas de la fiesta. Todo el mundo lo quiere, pero al finalizar la fiesta sus posibilidades de sobrevivir son escasas.
La zorra maligna: En toda fiesta americana y latina como Dios manda tiene que ver una mala malísima. Está muy buena, viste como un zorrón auténtico, se ha tirado a todo el equipo de fútbol americano (En los USA claro) (en el caso de aquí, se ha tirado a todo el equipo de fútbol del pueblo y parte del de la especial) y su único objetivo en la vida es joder a una tímida y virginal adolescente sin amigas. Tiene que acabar la fiesta humillada por la chatía tímida, que al final siempre resulta ser un culazo, aunque nadie se había dado cuenta.
El hippie rastafari: Normalmente está en un sofá riéndose solo, evidentemente fumadísimo. Interactúa poco con la gente, pero es imprescindible para poner paz en posibles conflictos con su mítico ‘Eeeeeeeeh tío, paz colega, somos todos hermanos, no malos rollos bro, ganja time man”.
El virgen: Los que leen este blog son muy feos todos, así que este puede ser su papel en la fiesta. En las grandes fiestas siempre hay un chatío que aún es virgen y que está dispuesto a vender a su madre a un traficante de órganos nigeriano con tal de desvirgarse esa noche. Hará el ridículo, recibirá varias palizas por parte de los populares de la fiesta, su dignidad quedará reducida a escombros… pero finalmente logrará perder su virginidad. Aunque sea con una cabra que pasaba por allí, pero lo logrará.
El Stifler: Es necesario un Steve Stifller. Su desprecio por la autoridad no conoce límites, y su código ético es más inexistente que el cerebro de Sandra Torres. Se meará en tu cerveza, cagará en el jardín de los vecinos, recibirá bofetadas de todas y cada una de las nenas que hay en la fiesta… pero no pasa nada, es su función y la debes respetar. Si no eres su colega, mejor aléjate de él.
La muchedumbre anónima: Se trata del “conjunto de personas que hacen bulto en una fiesta y que con tal de pasar la mejor noche de sus vidas y debido a su lamentable estado etílico llevarán cabo todo aquello que se les ordene, sean cuales sean sus consecuencias”. Todas esas personas que están allí, que no has visto en tu vida pero que darían sus vidas para que la fiesta sea la mejor de la historia, eso héroes anónimos dispuestos a quemar el carro de tus padres o robar las luces del estadio Mario Camposeco, los soldados de la fiesta, francotiradores de la diversión. Imprescindibles para que la fiesta sea épica.
Ahora ya saben como tienen que montar la fiesta y que gente invitar. No hay excusa. Ninguna. Del mismo modo que no hay excusa para no invitarme. No duden en comentar esta entrada si hay ideas nuevas que añadir a la fiesta perfecta, una mega_fiesta!
Procuren no acabar así:
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