Respecto a la tarea sobre "políticas públicas para el derecho a la cultura" he escogido el punto 7 porque quiero seguir con el tema que había escogido en la primer tarea, donde hablaba específicamente de obras de carácter literario:
¿En qué consistía la tarea?
Elijan uno de los 14 puntos y piensen que tienen que ir al Parlamento de su país a defenderlo. También pueden pensar en otro punto que no esté en la propuesta de Aigrain y que les gustaría agregar.
En sus blogs, reflexionen sobre lo siguiente: ¿Qué argumentos le darían a sus legisladores para que introduzcan ese punto en particular, en una reforma de la ley de derecho de autor?
7. Términos justos para los contratos de edición y distribución
En la actualidad, los contratos se rigen por “usos y costumbres”, que incluyen en la mayoría de los casos condiciones leoninas de cesión de derechos, que muchos editores y distribuidores imponen a los autores y artistas. Es necesario definir condiciones equitativas para los autores, los colaboradores y el público, que establezcan claramente los límites contractuales y el agotamiento de los derechos.La primer tarea está en el link: http://edgarciapelaelriel.blogspot.com/2015/09/derechos-de-autor-y-acceso-la-cultura.html
Y uno de los fragmentos dice así: Con todo esto, quisiera poner un ejemplo que sucede en el contexto guatemalteco, me desenvuelvo casi a diario entre escritores y editores, y viajo constantemente a los países centroamericanos (El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá), donde la producción literaria aunque existe y en gran número, además de estar regulada por el ISBN y los códigos editoriales correspondiente, son relativamente costosos y son pocas las editoriales que logran vivir netamente de las ganancias de sus libros, no se diga los autores, que un 95% se dedica a otra actividad que le genera ingresos, porque no se puede vivir de la escritura, aunado a eso, los costos de publicar con una editorial son altos, si desglosamos dichos gastos: revisión de texto, reuniones con el autor, edición de texto, diagramación, impresión, distribución, honorarios y otros gastos administrativos. Además de que al estar ubicado el libro en alguna librería, porque la librería también le gana aproximadamente un 30% del producto, la gente no lo compra por considerarlo caro o extremadamente caro.
Traigo esto a colación
porque algunos editores emergentes del contexto centroamericano más que abogar
por la función social y de política pública, abogan por la función económica, y
realizan ediciones netamente artesanales, “cartoneras” y de “formato plaquette”
le llamamos acá, donde se realiza el trabajo de revisión, edición de forma
profesional y la diagramación, impresión y presentación del producto final son
puramente artesanales, con mucha creatividad, eso sí. Las leyes de los países
centroamericanos lo permiten, y ha sido una nueva forma de que escritores no
solo emergentes sino más o menos reconocidos publiquen parte de su obra.
Mi
llegada al Congreso de la República
Después del protocolario y aburrido
saludo al más de centenar y medio de diputados del Congreso de Guatemala, me
dispondría a citar los títulos de la Ley de Derechos de Autor y Derechos
conexos, del decreto 33-98
TÍTULO II
DERECHO DE AUTOR
DERECHO DE AUTOR
Capítulo II
Objeto
Objeto
Capítulo III
Contenido
Contenido
21. El derecho pecuniario o patrimonial,
confiere al titular del derecho de autor las facultades de utilizar directa y
personalmente la obra, de transferir total o parcialmente sus derechos sobre
ella y de autorizar su utilización u aprovechamiento por terceros.
Sólo el titular del derecho de autor o quienes
estuvieren expresamente autorizados por él, tendrán el derecho de utilizar la
obra por cualquier medio, forma o proceso; por consiguiente les corresponde
autorizar cualquiera de los actos siguientes:
e) La distribución al público del original
o copias de su obra, ya sea por medio de la venta, arrendamiento, alquiler,
préstamo o cualquier otra forma. Cuando la distribución debidamente autorizada
por el titular del derecho se realice mediante venta, el derecho de controlar
las sucesivas ventas se extingue únicamente cuando la primera venta del
original o copias de la obra hubiere tenido lugar dentro del territorio
guatemalteco, salvo el caso establecido en el artículo 38 de esta ley y
cualesquiera otras excepciones legales. No se extinguen por la distribución
autorizada mediante venta, los derechos de reproducción, arrendamiento,
alquiler, préstamo, modificación, adaptación, arreglo, transformación,
traducción, importación ni comunicación al público.
f) La de autorizar o prohibir la
importación y exportación de copias de su obra o de fonogramas legalmente
fabricadas y la de impedir la importación y exportación de copias fabricadas
sin su consentimiento.
22. Las diversas formas de utilización a
que se refiere el artículo 21 de esta ley, son independientes entre sí. La
autorización para un determinado uso no es aplicable a otros.
La cesión de los derechos de explotación sobre
sus obras no impide al autor publicarlas, reunidas en colección escogida o
completa.
23. El derecho de autor es inembargable.
Podrán embargarse los ejemplares o reproducciones de una obra publicada, así
como el producto económico percibido por la explotación de los derechos
patrimoniales y los créditos provenientes de esos derechos.
24. Por el derecho de autor queda
protegida exclusivamente la forma mediante la cual las ideas del autor son
descritas, explicadas, ilustradas o incorporadas a las obras. No son objeto de
protección las ideas contenidas en las obras literarias y artísticas, el
contenido ideológico o técnico de las obras científicas, ni su aprovechamiento
industrial o comercial.
Los descubrimientos, los conocimientos y las
enseñanzas, así como los métodos de investigación no están protegidos por el
derecho de autor.
25. Las obras protegidas por el derecho de
autor que aparezcan en publicaciones o emisiones periódicas, no pierden por
este hecho su protección legal. La protección de la ley no se aplicará al
contenido informativo de las noticias periodísticas de actualidad publicadas
por cualquier medio de difusión, pero sí al texto y a las representaciones
gráficas de las mismas.
Luego explicaría específicamente el punto 7 de de Philippe Aigrain: En la actualidad, los contratos se rigen por “usos y costumbres”, que incluyen en la mayoría de los casos condiciones leoninas de cesión de derechos, que muchos editores y distribuidores imponen a los autores y artistas. Es necesario definir condiciones equitativas para los autores, los colaboradores y el público, que establezcan claramente los límites contractuales y el agotamiento de los derechos.
Donde explicaría el por qué los autores están yéndose por publicar en editoriales artesanales e independientes. Hoy en día, el autor al momento de publicar x cantidad de ejemplares de su obra, solamente recibe el 10% y si le va bien y llega a una buena negociación con la editorial, recibe el 25%, es acá donde los “usos y costumbres” de editar y publicar se vuelven tediosos y los escritores ya no les interesa publicar.
El editor, aunque pueda tener sus fundamentos de lo caro que está el papel, la tinta, el recurso humano que diagrama, diseña portadas, que revisa y corrige textos, que imprime, todo eso debe tener condiciones equitativas para autores y editores, se deberían establecer claramente los límites contractuales y el agotamiento de los derechos.
El editor debe de ponerse en los zapatos del autor, porque si no su empresa editorial se irá a la quiebra en pocos años. Los legisladores aunque no aprueben ley alguna, al menos se sentará un precedente para que esos “usos y costumbres” vayan desapareciendo y el derecho a la cultura siga floreciendo.
Terminaría con un párrafo del documento de Philippe Aigrain, el cual dice: que la propiedad intelectual no puede ser considerada un fin en sí misma, sino que debe estar subordinada a promover el interés común y por lo tanto, no puede constituirse como mecanismo que vulnere derechos tales como la libertad de expresión e información, el debido proceso, el derecho a la privacidad de las comunicaciones, el derecho a una vida digna, el derecho a la educación y a la cultura y a la diversidad cultural, entre otros, y cualquier reforma propuesta debe ser analizada bajo la óptica de todos estos derechos.
Me despediría del pleno de congresistas con las palabras de Scann: el Estado es el último garante y quien tiene la responsabilidad máxima de garantizar los derechos humanos, por lo tanto es a quien le corresponde el diseño de una política pública que a la par que genere mecanismos adecuados de compensación para los autores que les permitan tener una vida digna (que no es lo mismo que establecer una ley de derecho de autor), permita que la ciudadanía en su conjunto pueda disfrutar, participar y acceder a la cultura sin ver sus prácticas ilegalizadas.
Muchas gracias señores diputados, gracias por permitirme expresarme y ejercer mis derechos.
Edgar García