jueves, 10 de septiembre de 2015

Derechos de autor y acceso a la cultura desde una perspectiva editorial centroamericana



 

 



Derechos de autor y acceso a la cultura desde una perspectiva editorial centroamericana

 

En noviembre de 2013 se realizó en Uruguay un debate público con la metodología de las conferencias ciudadanas. Según esta metodología, un panel de expertos presenta distintas posturas sobre un tema y un panel de ciudadano, tras una jornada de debate, da su opinión informada después de un proceso participativo.

El video del enlace es la presentación de Beatriz Busaniche en el panel de referentes de las conferencias ciudadanas Sumar. En esa oportunidad, Beatriz aportó la perspectiva de los pactos internacionales de derechos humanos para interpretar el equilibrio entre derechos humanos y derecho de autor. 


Vea el enlace aquí: https://youtu.be/ySFprXzaTVU

Dos cosas me llaman poderosamente la atención en cuanto a la conferencia de Beatriz Busaniche - Sumar, conferencias ciudadanas:


1)      Cuando hace la analogía entre los derechos de autor entre armas o artefactos tecnológicos Vs situaciones puramente artísticas (libros, discos), una cosa no puede compararse con otra, son cosas muy diferentes, sin embargo el derecho de autor, disposiciones y sanciones son exactamente las mismas.


2)      Cuando habla de Domingo Faustino Sarmiento, cuando dice que “todo autor tiene algo de plagiario” nadie, absolutamente nadie, puede crear de la nada, siempre necesitamos tomar ideas de otros.


Hay muchas expresiones de la identidad de cada país, en mi país por ejemplo, el traje típico, la comida típica, hasta las bebidas alcohólicas son expresiones sociales que datan de épocas precolombinas donde las leyes de propiedad intelectual serían claramente discutidas y polémicas hasta cierto punto, por tratarse (y así lo dirían muchos legisladores de Guatemala) de leyes de “primer mundo”.


Cada país, tiene que regular las leyes de propiedad intelectual, en eso estoy de acuerdo, es por ello que se debe tratar como tema de política pública y función social. La misma Beatriz cita en su video en el minuto 11 que “ningún país se desarrolló con altos stándares de propiedad intelectual”.


Importante recalcar también que son más los aspectos de divergencia que los de acuerdo, según mi criterio los que Beatriz toca, hablar de la legislación sobre la propiedad intelectual es definitivamente hablar de realizar cambios a esas leyes, cambios que habla Patricia Díaz en este enlace: https://youtu.be/XeSsmNu1osw?list=PLk5BWEFaLFKvBZkq33t3UwSqYlcbic19V

 


La propiedad intelectual definitivamente tiene limitaciones, y Beatriz habla de fotocopias de partituras, de límites y amplitud de derechos, de que el autor tiene la potestad de elegir… Con todo esto, quisiera poner un ejemplo que sucede en el contexto guatemalteco, me desenvuelvo casi a diario entre escritores y editores, y viajo constantemente a los países centroamericanos (El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá), donde la producción literaria aunque existe y en gran número, además de estar regulada por el ISBN y los códigos editoriales correspondiente, son relativamente costosos y son pocas las editoriales que logran vivir netamente de las ganancias de sus libros, no se diga los autores, que un 95% se dedica a otra actividad que le genera ingresos, porque no se puede vivir de la escritura, aunado a eso, los costos de publicar con una editorial son altos, si desglosamos dichos gastos: revisión de texto, reuniones con el autor, edición de texto, diagramación, impresión, distribución, honorarios y otros gastos administrativos. Además de que al estar ubicado el libro en alguna librería, porque la librería también le gana aproximadamente un 30% del producto, la gente no lo compra por considerarlo caro o extremadamente caro.


Traigo esto a colación porque algunos editores emergentes del contexto centroamericano más que abogar por la función social y de política pública, abogan por la función económica, y realizan ediciones netamente artesanales, “cartoneras” y de “formato plaquette” le llamamos acá, donde se realiza el trabajo de revisión, edición de forma profesional y la diagramación, impresión y presentación del producto final son puramente artesanales, con mucha creatividad, eso sí. Las leyes de los países centroamericanos lo permiten, y ha sido una nueva forma de que escritores no solo emergentes sino más o menos reconocidos publiquen parte de su obra.


Me parece que en muchos países, dichos procedimientos podrían estar sujetos a sanciones, no lo sé y lo ignoro, pero es importante dar a conocer lo que en nuestro contexto sucede, puesto que esta pequeña industria de formatos artesanales se está expandiendo y podría ser parte de una función social hacia el autor, hacia el editor y hacia el público que demanda leer que considera caro el producto y demanda un producto más barato, de calidad literaria pero más barato. Para mí, esa es una forma de defender un derecho humano, no privarlo del acceso a la literatura y buscar formas eficientes, eficaces y viables económicamente para que llegue a las manos de todas las personas.

No hay comentarios: