¡COMO DEJÉ DE SER AA!

(versión del doctor en guarística Carlos Orlando PePa. escrita por mí)

En mi casa no sabían que yo tomaba hasta que un día llegué bueno...
Es preferible ser borracho famoso que alcohólico anónimo...

Y aquella noche chicle en mandíbula salimos todos como cuando salíamos del colegio. Iba saturado de consejos para el bien vivir y el mal tomar. Realmente que distinto era salir de un lugar sin nadie que nos dijera: "¡Va a haber algo!"...

Fumaban eso sí, otros masticaban chicles y hubo quien dijera: Con doña Cata todavía dan la segunda. Claro eran las 9 de la noche....La noche era joven y llena de promesas.

Aquella 4ta. calle se me hacía larga a las 9 de la noche...Gastadas las banquetas pero allá iba el toc toc de mis nuevos pasos, un toc toc seguro, sin vacilación ni "arrastrando los pies".

Abrí la puerta de mi casa --Buenas noches...dije buenas noches--.

No me había percatado que todo el mundo prendido del televisor... era el momento en que Emilio Fernando estaba por darle el sí a no sé quien, pero el momento era crucial. Los ojos de todas las mujeres que vivían en mi casa estaban devorando
el televisor...Emilio Fernando era más importante que aquel paso que yo había dado: El de mi iniciación en "AA".

Solo escuché los murmullos:
--Seguro no le dieron hartazón en la casa de algun su cuate o de alguna su casera y por eso vino temprano a fregrar gente aquí.

--Shhhhh, silencio, que ya terminaron los comerciales y vamos a ver qué le pasa al pobre de Emilio Fernando. Shhh.

Si estaba en la sala, en la cama o el patio, lo mismo daba...Nadie me había tomado en cuenta. Era mi primera o segunda noche en AA.

---

A mis amigos les decía:

Mijo: hoy levanté la mano

--Pero para pedir otra vaa vos--

Sabía que no me creían y me iba a reunión de AA, aquella noche había aniversario --como todas las noches-- ya que eramos 365 los compañeros y cada quien lo celebraba recordando las horas, días o semanas y muchos meses de "dias sin huella". A otros se les había borrado la lica y no se recordaban de los vales metidos, los chunches vendidos, relojes y celulares empeñados.

---

Vino a mi mente aquel momento de decisión, de coraje y hombría cuando no sé quien me tomó la mano y como si hubiera sido el campeón nockeador, me la levantó.

Hermano Carlos: ¿por qué dejó usted de beber?
--Lamentablemente se me acabó el dinero--.

-¿algo que le haya hecho arrepentirse de esa vida que llevaba?
--No haber podido empezar antes cuando aún vivía con mis padres para pedirles dinero.

¿Cree usted que el licor influyó en los actos más importantes de su vida?
--De estar sobrio no me caso.

--Hermano Carlos: ¿los errores que haya cometido en su vida, los cometió bueno y sano o bajo influencia del licor?--
--Solo se cometen errores estando bueno y sano.

-----

Mi amigo Efra me acompañó un a un par de reuniones y me contó su historia.

Eramos asiduos del Antiguo Delicomidas. Dando el campanazo de las 12 y ya estabamos en la barra.

Salú Coca, Salú Efra.

Aquella era una devoción cotidiana que se mantuvo por largos años y se pudo haber roto cuando Coca dispuso hacer su vida en Chicago.

--Estemos donde estemos, siempre brindaré por vos a la misma hora y espero que vos aquí hagás lo mismo en memoria de nuestra amistá.

--Todos los días doña Lidia-- narraba Efra --me servía las dos copas dobles. Me veía meditar como sacerdote de un culto raro, y en verdad, era un culto a la amistá de Coca, levantar la copa y brindar por el amigo ausente.
--Salú Coca....Primero empinaba la copa de mi amigo ausente, pensando que aquel a distancia hacía lo mismo en aras de la invariable amistad.

A los 6 meses de aquella invariable ceremonia frente al dios Baco, en la barra de Delicomidas, doña Lidia por poco se va de culo al ver que de las dos copas que pedía diariamente rechacé una y me acerqué solo una. La contemplé pensando en el amigo ausente. La alcé con reverencia y me ví al espejo que había en el bar. ¡por nuestra
amistá Coca!.

Pasada la media hora tiempo limite para engullir las habituales dos copas, Doña Lidia, mordida por la curiosidá pues era noticia el hecho que las dos copas que me bebía diariamente a las 12, hoy solamente una me había tomado y no hice el ntento por acercarme la otra, me dijo:

--Usté, perdone mi intromisión, pero uno como Bartender, una se fija en todo y estoy viendo que sólo se ha bebido una copa y la otra me la ha regresado.

--Ahhh, mi querida doña Lidia: Hay girones en la vida y de repente uno también como mortal debe cambiar. Ahora mismo le estoy enviando una carta a Coca, informándole que desde anoche soy AA. Pero como la amistá nuestra viene desde los viejos tiempos con doña Goya allá en la Cantina Lupita, no quebrantaré en juramento que hicimos cuando se fue para Estados Unidos. SOLO me tomaré la copa de Coca. La mía YA NO, doña Lidia ya que ahora soy AA.

--Pues tiene usté suerte de haber tomado sus tragos sólo con un amigo del alma. Ya se puede imaginar a don Checha que todos los días brinda con más de 10 amigos.

......
---

Yo quería meditar y estar solo. ¿como y a qué hora había tomado aquella decisión? ¿Quien había influido en mi ánimo? ¿mi madre?. No, ella no. La pobre no sabía que yo bebía hasta que un día llegué bueno.

En la oficina empezaron a notar algo raro en mí....

--¿Hombre, otra vez bueno?--

--Mi arreglo personal había cambiado. Ya no era necesario rasurarme y echarme loción. ¡Para qúe loción si ya no había olores que disimular!. Las secres sintieron mi descortesía ya que jamás volví a ofrecer chicles o mentitas a mis compañeros.

A las once ya no acudía a la tienda de la esquina a comprar una mineral, un red bul, un gueytoreid.

El cevichero veía con lágrimas en sus ojos la ventana de mi oficina, ya que había perdido un cliente.

Mi novia en ese tiempo empezó a sospechar ya que había pasado un mes y yo llegaba a verla sin olor a trago.
--¡¡algo debe de tener éste en la calle que anda tan bien portado, que casualidad que cuando lo llamo a su casa anda bien fondeado tan temprano. Solo que ya no tenga deudas, las que lo estaban ahorcando. ¿por qué viene tan cariñoso, con una sonrisa de oreja a oreja, ahora me compra regalos más caros y me invita a restaurantes más caros...será que su propia carga de conciencia por lo que estará haciendo en la calle?. El pecado acusa.--

Un sicólogo amigo de la familia había hablado con mi mamá, la que le contó lo raro de mi vida actual.
--La economía de mi hogar corre peligro-- le decía mi madre --Carlos ya no es el mismo. Llega temprano, llega con hambre, se acuesta temprano, y lo peor de todo es que ya no viene hediondo a trago...Ay doctor, salve mi hogar. Algo tiene este patojo en la calle que está tan cambiado.
Yo no sé si bebe, pero ya no lo han visto entrar en la tienda de la esquina, esa Santa Marta, donde siempre se echaba sus cervecitas.
Se está volviendo insociable ya ni se junta con sus amigos de la oficina,
ni con sus amigos de la u,
ni con sus antiguos amigos del colegio,
ya no se va a Pana o al puerto los sábados de gloria,
ya no va a convivios,
para los cumpleaños de sus cuates inventa cualquier excusa para no ir.
Prefiere ver los partidos del barsa acá en la casa,
me vacía la refri con tanto sanguche que se prepara,
se gasta más luz porque se pasa viendo partidos todo el fin de semana en lugar de verlos con sus amigos en algún antro donde iba antes.
Algo está pasandole a Carlos ¿que hago doctor?--

El sicólogo terminó hablando conmigo:

--A ver acuestese en el sillón..así, bien relajado..cierre sus ojitos y cuénteme todo desde lo que recuerde desde su infancia... sus deseos, ambiciones, sus fracasos o algo que sienta usté que le afecta ¿ha tenido que ver el licor en su vida?--

--En realidá doc. uno no bebe porque le agrade. Muchas veces los dramas de la vida que le toca a uno ver, le inducen a tomar.

Entré a una humilde tiendita o cantinita "la tejana" se llamaba. Salió una ancianita a atenderme. Ví en aquellas canas las de mi propia abuela. Pensé al instante ¿y esta pobre viejecita? a su edad y aún atendiendo este estanco...A lo mejor es su único medio de subsistencia. Un hijo preso o enfermo, una hija malagradecida que huyó con un hombre y le dejó los pequeños hijos a esta débil ancianita.
Si compro un octavo, en algo le ayudaré a salvar siquiera el sustento de este día.
A ver abuelita --le dije--deme un octavo y un agua.

Ví como los ojos de los pequeños nietos se alegraban...¡se había vendido algo! ¡ya había para tortillas!--pensé--y pedí otro. A los 10 octavos me fui contento. Había ayudado auna pobre ancianita. Por eso bebo a veces.

--
Otra vez en la oficina:

--Hombre, que buena cara...para ser lunes...
--Pero buen hombre, muchacho ¿otra vez bueno?
--Que: ¿vas a ir a pedir un préstamo al banco que vienes hasta de corbata?
--Le noto algo raro...¿qué... hay problemas en su casa?...

--No lo creo pero mi novia duda de mí, cree que tengo algo en la calle y por eso ya no tomo tragos.
Usté sabe que yo he sido fiel, que jamás ha pasado por mi mente otra mujer. Lo más que he hecho es beber tragos y andar con los aqueos, pero sólo tomando y nada más-- le contaba yo a Irina, la secre de la oficina.

--Es que han habido casos en los que el hombre deja de beber y se dedica a otras cosas. Por ejemplo, recuerdece de Marcelino, el contador. Dejó de chupar y le entró el de don Juan, a enamorar patojas-- ¿y a su edá dígame usté?. La mujer tenía razón al decir: "mejor hubiera seguido siendo bolo, porque al menos venía a aterrizar a su casa y de aquí no se movía. A don Bartolo el maestro de obra ya vé: dejó el trago y la agarró por el juego. Usté debe hablar con su novia. Convencerla que ya no bebe...

--Pues ahí está lo malo. Si ya no bebo, ella supone que tengo otra...

--Entonces, llegue con sólo el olor para darle gusto...--

--Solo que le diga: Nena: HE DEJADO DE SER AA.

---

Y seguía mi mamá quejándose con todas las vecinas:

Mire: Carlos desde que se metió a los AA ha cambiado de pe a pa... ya no es el mismo. ahora se queja de todo,
le duele todo,
se mojó ayer y por la noche ya estaba buscando un tabcin, jugo de limón, dos rodajas de papa en las sienes, se enchamarró todo y se metió a la cama.
Me pidió que le tomara la presión, que pidiera un cita con el doctor para un examen de sangre.

--¡sí, ahora todo te cae mal, ahora no podés comer nada que todo te cae mal, te da dolor de estómago, dolor de shola,dolor de cintura...Estabas mejor cuando salías con tus cuates a echarte tus cervecitas, entonces nada te dolía, nada te caía mal y venías empapado de los grandes aguaceros y no te daba gripe. Ahora, no te puede dar un aire que ya estás metido en la cama...

No sé que hacer ...ahora como fastidia el hombre y eso no es nada. Lo que se está gastando, que es lo peor.

--Imagínese usté, que antes si mucho se gastaba unos sus 6 quetzales diarios --cuando el octavo costaba 2 quetzales-- y haciamos la cuenta y se gastaba y hacíamos la cuenta que se gastaba 180 al mes. Pero ahora esos 180 ya se nos fueron
en consulta al medico, placas de pulmones, un electro y faltan 150 de una biopsia más 200 de medicinas y eso en tres dias nada más!!!!!. En cambio antes Carlos era un hombre al que no le dolía nada. Venía, comía y se echaba a dormir hasta el día siguiente. En la calle comía cochinadas de esas que dan en las cantinas como chicharrones, revolcado, patitas, alitas, frijoles colorados con a saber qué, pico de gallo que hacía don Ismael el de la "parrillita", y ahí lo tenía usté, bien sanote y sin quejarse de nada. Solo un pichel de limonada le dejábamos y no fregaba
para nada en toda la noche. Ahora son las benditas pastillas. Si se le acaban, oche de males la que nos dá.


Mi novia y sus familiares decían:
Antes cuando se echaba sus tragos, venía contando chistes o a veces venía con pollo campero o dominos, pero ya lo conocíamos. Ahora se mantiene de mal humor, no quiere que hagan bulla, ya no cuenta chistes, le cae mal todo y se mantiene de malas pulgas como león enjaulado.
Por eso, ayúdelo por favor a que vuelva a su vida normal, dígale que deje a los AA, Hágalo por esta novia que se lo implora, porque se ha dado cuenta que Carlos ya no
es el mismo.

Y así fue como dejé de ser AA. por salvar mi actual hogar, mi futuro hogar, mi empleo y mantener mis amistades.